Tania Henríquez
Desde niña la contemplación del paisaje que me rodeaba me conmovió profundamente, de modo que el dibujo y la pintura se volvieron un interés natural para mí. Seguí conectada a ellos aún mientras ejercía mi profesión como odontóloga, hasta que, en uno de esos momentos determinantes de la vida, decidí volcarme completamente al desafiante mundo de las formas y el color.
No puedo estar más agradecida, este camino ha resultado ser la manera de conectarme con mi espiritualidad, con mi admiración por la naturaleza y es un viaje que nunca termina, en que cada pincelada es un intento lleno de emoción que me conecta con poderosos misterios: la belleza, lo eterno, lo sutil. Pero, además. está luego, la mirada del otro, ése bello momento en que alguien desconocido conecta conmigo a través de una pintura, como si compartiéramos un secreto.
Vivo en la ruta camino a Niebla, donde tengo la dicha de poder criar a mis dos pequeñas hijas en un entorno natural, donde el paisaje es nuestro refugio, mi inspiración y lugar de trabajo.
El óleo y la acuarela son mis principales medios de expresión y a lo largo del tiempo he tenido la oportunidad de participar en numerosas instancias artísticas, siendo seleccionada y ganadora en concursos de pintura, realizando exposiciones, talleres y eventos en la región, así como encargos comerciales y particulares. Guardan un lugar especial para mí las actividades con niños y aquellas orientadas a la inclusión de personas en situación de discapacidad.
Orgullosamente soy parte del equipo del Taller Artístico Puelche, junto a mis colegas, el pintor Jorge Navarro y el grabador Víctor Alvarez.
El Taller, ubicado en el centro de la ciudad de Valdivia, se ha convertido en un referente de las Artes Visuales. En él nos dedicamos a la producción de obras, difusión del arte local y a impartir cursos de pintura y grabado. En mi caso, me desempeño como instructora del Taller de dibujo y acuarela infantil, actividad ha resultado ser tremendamente gratificante. El contacto con esos seres libres, creativos, espontáneos, llenos de alegría es uno de mis mejores momentos en la semana.
Desde 2020, debido a la contingencia mundial, he continuado impartiendo clases de dibujo y acuarela de manera virtual, este formato me a permitido conocer a personas de lugares muy distantes físicamente donde el amor por la pintura es el punto de encuentro.
Agradezco enormemente del cariño recibido por quienes disfrutan de mi trabajo, el público que observa, comenta y, en algunos casos, colecciona mis obras. Muchas gracias por el estímulo que representan en mi camino.
